Por Psic. Ale Carcaño MDO MA

El alien que vive en mi casa
A lo largo de los años padres y madres de familia me han pedido que hable con sus hijos/as para ver “si a mí sí me escuchan”, suelen pedirme consejos sobre cómo hablar con ellos/as, o sobre cómo decirles algo “sin que se molesten”.
El mito del/a adolescente incluye una nube obscura que les rodea y que contiene problemas, emociones, dilemas, deseos, gustos, temores, alegrías… cuya comprensión está fuera de nuestro alcance, que resultan en una barrera entre ellos/as y el resto de la humanidad.
Y entonces, ¿qué puedo hacer?
“La queja más constante de un/a joven es que les hablan como si fueran tontos que no saben nada.”
Ante la preguntan ¿cómo es que te llevas bien con adolescentes? mi respuesta ha sido: “decido hablarles como a adultos”. En mi experiencia como docente, tutora y en el consultorio, nueve de cada diez veces funciona. Las quejas más constantes de un/a joven giran entorno a que les hablan como si fueran tontos que no saben nada, o que les hablan sin la disposición de ser recíprocos y escucharles.

Cualquier persona a la que se le trate como a un niño/a responderá como tal. Pero en la medida en que no me altero, no me asusto por lo que me dicen, no cuestiono sentimientos y no juzgo sino que escucho activamente, es la medida los/as jóvenes comparten y son receptivos a experiencias, consejos, análisis de consecuencias y a sus propias reflexiones.
Lo más gratificante que he experimentado cuando platico con jóvenes es cuando ellos/as se han permitido escuchar su voz interior, esa voz que les recuerda que ellos/as saben -porque lo saben- qué es bueno, malo, peligroso, difícil o cómo responder responsablemente.
Algunas ideas para platicar con adolescentes
“Los/as jóvenes se dan cuenta cuando mentimos, y recuperar su confianza es un proceso arduo y tardado.”
Estas son algunas ideas mantengo en mente cuando estoy platicando con adolescentes, espero que puedan serte útiles en tu proceso:
- Nunca mentir; los/as jóvenes se dan cuenta cuando mentimos, aprenden que mentir está permitido y recuperar su confianza es un proceso arduo y tardado.
- Escuchar sin juzgar; a veces es difícil, pero todos/as hemos experimentado lo confortante que es que nos escuchen. Como papás entiendo que es importante expresar opiniones pero es necesario hacerlo una vez calmados/as y con la cabeza fría.
- Hacer preguntas; antes de asumir lo que piensan, es importante explorar sus creencias y las alternativas que ellos/as ya han considerado en lo que refiere a sus actos.
- Darse el tiempo; es importante crear momentos que, paulatinamente, fomenten este espacio en donde se puedan dar conversaciones.
No pretendo que lo que me ha funcionado a mí funcione como una receta de cocina a quienes deseen tener conversaciones jóvenes a su cargo, pero tener en cuenta estas ideas me han sido útil al momento entablar diálogos y llegar a acuerdos.
¿Qué te ha funcionado a ti?
